La reproducción asistida
Reproducción asistida o fecundación artificial es la técnica de tratamiento de la esterilidad o infertilidad que conlleva una manipulación de los gametos.
Métodos:
Inseminación artificial
Introducción médica del semen o esperma en la vagina de la mujer. Esta vía recibe el nombre de inseminación artificial. Normalmente, con esta técnica, de cada 100 ciclos de inseminación 13 resultan en gestación, y de cada 100 parejas que completan 4 ciclos, 60 consiguen gestación. De todos los embarazos conseguidos, un 15-20% son gemelares y otro 15% se malogran. En el caso de infertilidad masculina que no pueda resolverse, se puede utilizar esperma de donante. La inseminación artificial consta de tres fases:
Estimulación hormonal del ovario, para aumentar el número de ovocitos maduros.
Preparación del semen, seleccionando y concentrando los espermatozoides móviles.
Inseminación de la mujer, que se realiza en una consulta.
Fecundación in vitro (FIV)
Extracción del ovocito femenino para fecundarlo fuera del organismo de la mujer con espermatozoides obtenidos previamente del hombre. Tras la fecundación, el embrión es implantado en el cuerpo de la mujer. Esta vía recibe el nombre de fecundación in vitro (FIV, o IVF por sus siglas en inglés). La FIV consta de seis fases:
Estimulación del ovario con hormonas.
Extracción de ovocitos; en el caso de infertilidad femenina, se puede recurrir a la donación de ovocitos.
Inseminación de los mismos.
Transferencia de embriones donados
Tras el cultivo de embriones y la valoración de la calidad embrionaria en ciclos de FIV convencional o ICSI, se determina el número de embriones a transferir y se seleccionan los de mayor calidad. La transferencia de embriones es una técnica sencilla en la que se depositan los embriones en el útero materno. Su duración es de unos minutos . Se realiza mediante un catéter muy fino en el que se depositan los embriones seleccionados. Éste se introduce vía vaginal hasta el útero. Allí se depositan lentamente los embriones y se retira paulatinamente el catéter de la cavidad uterina. Esta técnica es completamente indolora, no requiere ningún tipo de anestesia y la paciente se marcha tras unos 20 minutos de reposo en la camilla y realiza su vida normalmente. La transferencia se realiza, generalmente, dos o tres días después de la punción ovárica o bien, cinco días después. En función del tratamiento utilizado para la estimulación controlada del ovario será necesario prescribir progesterona a la mujer a partir de la realización de la punción ovárica. La progesterona mejora la receptividad del endometrio y la implantación del embrión. Unas dos semanas después de la transferencia de embriones se efectúa una prueba de embarazo si no ha habido menstruación.